Todos experimentamos momentos de depresión, es decir, períodos de tristeza, abatimiento, infelicidad o melancolía. Sin embargo, la depresión se convierte en trastorno clínico cuando se prolonga en el tiempo e interfiere con el desempeño normal del individuo.
Causas
Intervienen factores genéticos, psicológicos y bioquímicos, que tienen su detonante en situaciones o condiciones específicas como:
- Situaciones traumáticas o estresantes (accidentes, pérdida del trabajo, fracaso en relaciones).
- Enfermedad: muchos padecimientos médicos, en especial patologías catastróficas y mentales, coexisten con depresión.
- Alteraciones hormonales.
- Alteraciones climáticas.
- Consumo de sustancias psicoactivas.
Signos y síntomas de la depresión
Para
considerar que se trata de una enfermedad, los síntomas deben durar dos semanas
como mínimo, e incluyen:
- Irritabilidad
y estado de ánimo bajo.
- Baja
autoestima, sentimiento de inutilidad y odio hacia sí mismo.
- Sentimientos
de desesperanza y abandono.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
- Pérdida
del interés y dificultad para concentrarse en las actividades habituales.
- Trastornos
del sueño y del apetito
- Cambios
en el rendimiento laboral o escolar.
Tratamiento
La
depresión, aun en los casos más graves, es una enfermedad con muy buenas
posibilidades de tratamiento. Las opciones disponibles incluyen:
- Tratamiento farmacológico con antidepresivos
- Psicoterapia
- Tratamiento hospitalario cuando el paciente no puede cuidar de sí.
Consejos para ayudar a una persona cercana que sufre depresión
No preguntar por la causa de la
depresión
Se debe mantener la calma y adoptar un
comportamiento positivo. Los deprimidos se sentirán a disgusto cuando están con
alguien que también parece estar sufriendo y lleno de tristeza. Les resulta
mucho más agradable interactuar con gente que se comporta con cierta
normalidad, y que parezca esperanzada.
No seguir conversaciones negativas ni
enfadarse con el deprimido Cuando se conversa con una persona
que sufre cualquier tipo de depresión, por regla general
ésta expresa pensamientos negativos y a veces autodestructivos. Se deben evitar por todos los medios este tipo de
conversaciones. Por el contrario, se debe instar al paciente a que conserve la calma y
tranquilizarle. Él mismo debe darse cuenta con el tiempo de que está viendo la
realidad de forma distorsionada. Lo ideal sería explicarle poco a poco que
sufre una enfermedad.
Apoyar al médico en el seguimiento del
tratamiento
El papel más importante del entorno
del enfermo consiste en facilitarle la labor al médico. Como quienes sufren de
depresión no tienen ganas de hacer nada, resulta fundamental no ceder en este punto
porque sino el paciente no tomará los medicamentos y se abandonará a sí mismo.
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