Colombia Sigue Débil en Servicios de Salud Mental

La ley 1616 del 21 de enero de 2013, denominada Ley de Salud Mental describe que cuyo objeto es "garantizar el ejercicio pleno del Derecho a la Salud Mental a la población colombiana, priorizando a los niños, las niñas y adolescentes, mediante la promoción de la salud y la prevención del trastorno mental, la Atención Integral e Integrada en Salud Mental en el ámbito del Sistema General de Seguridad Social en Salud, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 49 de la Constitución y con fundamento en el enfoque promocional de calidad de vida y la estrategia y principios de la Atención Primaria en Salud"; por lo tanto es concordante como derecho fundamental, componente esencial de bienestar general y tema prioritario en la salud pública, para fundamentar la calidad de vida de todos los colombianos, como también lo define la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Para abril de 2013, se expidió el Decreto 0658 que determinó el cronograma para la reglamentación e implementación de la Ley, El cronograma para la elaboración de la Política Nacional de Salud Mental establecía que el Ministerio de Salud debía elaborar una propuesta técnica a noviembre 30 de 2013. En tanto que la expedición del acto administrativo estaba previsto para el 30 de mayo del mismo año. El documento-propuesta de un Conpes en salud mental quedó agendado para el 30 de junio de 2014.

Por lo anterior y recordando con énfasis el día mundial de la salud mental, aunque nunca los profesionales de esta rama perdemos oportunidad para revisar y hallar la grata noticia que fue reglamentada e implementanda, lastimosamente nos seguimos encontrando con el mismo panorama.  A la fecha no contamos con el cumplimiento del cronograma trazado, ni los entes territoriales definen y estandarizan los mecanismos, procesos y procedimientos administrativos y asistenciales prioritarios para acceder a los servicios de la red de salud mental.

El panorama es que hasta donde creíamos que los municipios eran lejanos de problemáticas tan importantes como lo describen los informes nacionales de salud mental, éstos ya no tienen escapatoria con el suicidio, las sustancias psicoactivas, el sedentarismo, la angustia, el estrés, el exceso de ocupaciones, falta de descanso, malos hábitos alimenticios, etc., corresponden a cualquier edad y los adolescentes encabezan algunas de las listas que lastimosamente están acabando con nuestra juventud.

Colombia si tiene profesionales con quienes implementar la ley, pero le falta al gobierno la voluntad política en su reglamentación e implementación, más aún cuando nos encontramos a puertas de un proceso de reconciliación, entonces la salud mental juega un rol muy importante porque con quienes se trabajará para sanar tantas heridas, por supuesto que con los profesionales de este gremio.

Por lo tanto, el llamado es a que se de continuidad para ver si prontamente logramos contar con los procedimientos administrativos y asistenciales básicos y prioritarios para acceder a las redes de salud mental en todos los entes territoriales.